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lunes, 11 de marzo de 2013

La mujer puertorriqueña en la industria de la aguja (1935-1937) participación de Teresa Angleró


Según la Prof. María del Carmen Baerga,  en  su obra: “Género y Trabajo: la industria de la aguja en Puerto Rico y el Caribe”, las mujeres continúan siendo la mano de obra preferida  por las industrias livianas ganando salarios  bajos y ocupando las peores posiciones en las empresas.  Esta aseveración ha cambiado relativamente, en las altas esferas del gobierno; hemos escalado puestos gubernamentales como gobernadora, legisladoras y secretarías gubernamentales,  pero todavía falta mucho por recorrer.
Se estima que para 1936, la industria de la aguja era muy lucrativa en Puerto Rico. Cien mil mujeres trabajaban  en la misma, 17,000 eran empleadas en factorías las otras 83,000 restantes  eran obreras a domicilio.
 Para muchas mujeres puertorriqueñas la Industria de la aguja a domicilio significó privaciones económicas, enfermedades, exceso de trabajo y condiciones de vida infrahumanas llenas de penurias y de dificultades.  
Hubo líderes  de la Federación Libre  que creyeron que educando estas trabajadoras a través del Departamento de Instrucción Pública, ayudaría a las obreras en el proceso de enseñanza – aprendizaje, en el hogar y los Centros de Trabajo, pero la realidad fue que el estado colaboró en la explotación de las obreras.
Una destacada dirigente sindical de la Federación Libre de nombre Teresa Angleró, documentó esta educación.  Pessota Rose la describe como una mujer pequeña de estatura,  delgada, de tez oscura muy comprometida con el movimiento obrero. Angleró tuvo una destacada participación  junto a Prudencio Rivera Martínez y Willian D. López en organizar las obreras de la aguja; encontrando resistencia en las trabajadoras a domicilio, ya que estas hacían la labor en el hogar lo cual era cómodo, pero eran explotadas por un miserable salario.

Teresa Angleró fue electa como representante at-large de la Federación Libre en el año 1934. De acuerdo a sus convicciones sindicales luchó por la justicia social de las obreras de la aguja, tratando de obtener mejores salarios a través de su organización .
Esta masa de mujeres en su gran mayoría analfabetas, tenían unas condiciones de vida deplorables, sin servicios de alcantarillados,(letrinas)  en muchos lugares sin agua potable y con muy pocos conocimientos sobre nutrición higiene y salud para protegerse a sí mismas y a  sus familias.
Las trabajadoras estarían  organizadas en la Federación Libre de los trabajadores de la Isla de Puerto Rico y afiliada a la International Ladies Garment (ILGWU).  De este modo Puerto Rico forma parte de la penetración del capital norteamericano antes de la Segunda Guerra Mundial  y sería  modelo para la industrialización por invitación después de la guerra.  La Srta. Pessota Rose viajó a Puerto Rico por instrucciones de David Dubinski presidente de la ILGWU en un esfuerzo por organizar estas obreras.  Cuando la Srta. Rose exponía sus mensajes a las obreras, Teresa Angleró los leía traducidos al español, lo que provocaba los aplausos de las asistentes.
Santiago Iglesias Pantín, Prudencio Rivera Martínez, Willian D. López,  Teresa Angleró y la Srta. Rose todos coincidían que se debía educar a las obreras en los temas de: español, inglés, oratoria y  movimiento obrero organizado, pero lo que más le preocupaba a estos dirigentes eran los problemas de salud que enfrentaban las obreras y había que educarlas en torno a su salud, el cuidado de infantes  y la de sus familias.  Uno de los pensamientos de Santiago Iglesias era: “Si la mujer se educa , puede llegar a tener un nivel más elevado de vida y ayudar más a su familia”. 
El Sr. Prudencio Rivera, Teresa Angleró,  y la Srta. Rose se reunieron con  el  Comisionado de Educación  Sr. Arán.  Este recomendó $5,000.00 dólares para establecer cursos de:   higiene, control de la natalidad, cuidado de infantes y nutrición.  En San Juan utilizarían las facilidades de la Escuela Labra, cubriendo también Río Piedras, Loiza, Carolina y Bayamón.
Cuando las obreras reciben educación en el control de la natalidad, se debe analizar el rol del estado sobre el control de la natalidad, y como dicho control afectó a las trabajadoras.

                                                                    Teresa Angleró
Baerga, M. Género y trabajo en la industria de la aguja en Puerto Rico y el Caribe Hispánico, Editorial UPR, San Juan, Puerto Rico 1993.
Pessota, R. Bread Upon the waters, New York, Dodd, Mead & Amp; Co., 1945.
Centro de Documentación Obrera Santiago Iglesias Pantín   sub-serie Igualdad Iglesias vda. de Pagán  L-8

                                                                          



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